Los
encontramos mezclados en nuestros alimentos en las góndolas de supermercados
(maíz y porotos de soja genéticamente manipulados). Los encontramos creciendo
en campos de experimentación y de cultivo en nuestro país. En la Argentina hoy
existen la soja, el maíz y el algodón transgénicos, pero ya se habla de peces o
cerdos transgénicos y otros organismos vivos que ingresan en esa categoría. A
la técnica emplea-da se la conoce bajo diversos nombres como ingeniería genética,
modificación genética o manipulación genética. Los tres términos significan la
misma cosa, el traslado de genes, generalmente de una especie a otra. Los
cultivos existentes incluyen maíz con genes de bacterias, tomates con genes de
peces, o cerdos con genes de humanos. La ingeniería genética llega camuflada
bajo el título de “biotecnología”. Como se observa este procedimiento puede
hacerse entre plantas de igual especie, entre especies no relacionadas o
incluso trasladando genes de una planta a un animal y vice-versa. Con esta
técnica, llamada "ingeniería genética" se han roto las barreras
naturales para la reproducción y creación de seres vivos, pues en condiciones
naturales sólo es posible el cruzamiento de plantas o animales de la misma
especie o de especies relacionadas. A diferencia de otros métodos
biotecnológicos de mejoramiento genético (cruzamientos entre especies
parientes), la ingeniería genética va mucho más allá: transforma a los seres
vivos.
Greenpeace
los apodó "cultivos Frankenstein" porque son seres mutantes, seres
vivos que nunca podrían haber existido en la naturaleza de no mediar el
accionar del hombre en un laboratorio.
¿CÓMO
SE OBTIENEN?
Mediante
un proceso denominado Transgénesis, consistente en transferir genes de una
especie animal o vegetal a otra especie para dotarla de ciertas
características. Por ej. Genes de peces en árboles, de luciérnagas en
zanahorias, de tabaco en lechugas, y hasta de ratón en arroz.
¿PARA
QUE?
Para
que tengan una vida comercial más larga, resistan condiciones ambientales
agresivas (heladas, sequías, suelos salinos, etc.), resistan plagas de
insectos, resistan enfermedades, tengan mejores cualidades nutritivas. Cultivos
con genes de insectos para que desarrollen toxinas insecticidas o tomates con
genes de pez para retrasar la marchitación, han dejado hace tiempo de ser
ciencia-ficción para constituir una realidad en nuestros días.
La
poderosa industria de la biotecnología ha invertido cientos de millones en un
nuevo producto: las semillas transgénicas. Se trata de exactamente las mismas empresas
que hasta el momento comercializaban semillas y agroquímicos a nivel global.
Postuladas por las empresas como salvadoras del hambre mundial, o solución a la
aplicación del cóctel de agroquímicos, las semillas transgénicas significan de
hecho la renovación del catálogo de productos de Monsanto, Novartis, Du Pont,
Aventis o Astra Zéneca, quienes dominan por completo el mercado mundial de
estas semillas. Los organismos transgénicos no obedecen a un requerimiento de
Unicef o de la Organización Mundial de la Salud, sino a la lógica misma de la
tendencia del mercado: la concentración y la búsqueda de una posición de poder
y liderazgo en la base de la agricultura industrial, es decir la industria
global de alimentos.
Productos
transgénicos – Ventajas y desventajas
Los
alimentos de origen transgénico han sido y siguen siendo sometidos a una
intensa polémica. Hay expertos en nutrición y científicos totalmente en contra
de esta técnica, pero hay otros, que por el contrario, su opinión es totalmente
favorable a las mutaciones genéticas. Por otro lado, los detractores algún el
factor medio ambiental y seguridad alimentaria sobre todo el de la seguridad
alimentaria (entre otros). Ellos ven claras razones por las cuales, los
alimentos transgénicos deberían ser retirados del circuito de comercialización.
Obviamente,
esta avanzadísima tecnología consigue beneficios con los alimentos
transgénicos, ya que los productos alterados genéticamente sean mucho más
resistentes a plagas, enfermedades, productos herbicidas, etc., siendo las
plantaciones mucho más fáciles de cultivar, recolectar y llevar a la mesa.
Otras
de las ventajas de la alteración del ADN en los alimentos transgénicos, es que
pueden recibir ciertas características no naturales. Se les pueden incorporar
nutrientes o características morfológicas (forma, olor, sabor, color, etc.) que
de manera natural no poseen.
Eso no
cabe discutirlo: los beneficios de los alimentos transgénicos deben ser tenidos
muy en cuenta, pero no se deben dejar de lado las desventajas de su producción,
ya que estas son muchas y afectan directamente a las personas.
El
hecho de crear un alimento transgénico alterando su ADN o quitando o
incorporando genes puede conseguir un producto final genere agentes nuevos (no
presentes hasta el momento) que inicien procesos de intolerancia o alergias
alimentarias. Aunque no hay estudios concluyentes al respecto, es un riesgo que
hay que tener muy en cuenta.
La
organización Greenpeace advierte de los posibles problemas que pueden acarrear
para la salud humana el uso de alimentos transgénicos y ha elaborado una guía
en la que denomina verdes y rojos a diferentes productos en el mercado según su
contenido en alimentos modificados genéticamente. Puede ver la "Guía roja
y verde de alimentos transgénicos".
EL GEN
TERMINATOR
En
estos momentos, existe una gran presión por parte de la industria
biotecnológica para difundir masivamente las "semillas estériles" que
contienen el llamado "gen Terminator". Con este gen, patentado como
"Sistema de Protección Tecnológica", las corporaciones
biotecnológicas quieren obligar a los productores a comprar todos los años la
semilla y los productos agroquímicos que ellas mismas producen. En pocas
palabras, pretenden controlar la agricultura y el mercado alimentario mundial.
El “gen Terminator” está especialmente pensado para afectar a países como la
Argentina, según se deduce de las expresiones del presidente de la empresa
Delta & Pine Land Co. (subsidiaria de Monsanto, compañía que desarrolló la
Soja RR, utilizada en el país): “Esperamos que [el terminator] tenga
implicancias globales, en particular en mercados o países donde las leyes de
patentes son débiles o directamente no existen”. Por el momento la empresa
Monsanto ha anunciado que no insistirá en imponer el “Terminator” en sus
semillas aunque se trata de una decisión transitoria.
AMENAZAS
PARA LA SALUD.
Los
alimentos transgénicos llevan ya varios años en el mercado sin que hasta ahora
existan normas de control o etiquetado de los productos que contienen OMG. Las
compañías transnacionales CTNs. Sostienen que estos productos son inocuos y no
representan graves riesgos para la salud. Pero la inocuidad de los alimentos
obtenidos de CT no está demostrada y existen evidencias de graves riesgos. La
experiencia ha demostrado que el proceso de manipulación genética introduce
nuevos alérgenos y toxinas peligrosos -en alimentos que eran anteriormente
naturales y seguros- que entran a formar parte de la dieta de los consumidores,
con consecuencias hasta ahora impredecibles.
Sin
embargo, el introducir venenos de alta toxicidad en la cadena alimenticia,
puede ocasionar:
1.
Deficiencias inmunológicas en el ser humano, como resistencia a antibióticos o
la aparición de nuevas e incontrolables enfermedades virales.
2.
Transformación de la estructura celular.
3. La
transferencia horizontal de ADN de los OMG a los microorganismos del tracto
digestivo puede crear nuevos patógenos y enfermedades, malformaciones en las
nuevas generaciones, mutaciones imprevisibles e irreversibles.
4.
Disminución en las sustancias de protección contra el cáncer.
5.
Aparición de nuevas alergias a los alimentos.
Dada la
complejidad del código genético (genoma) son impredecibles los efectos que se
derivan de la manipulación que la ingeniería genética está haciendo y se
consideran sus alcances incontrolables e irreversibles.
El
consumo de animales alimentados con transgénicos (de hecho, la mayoría de los
alimentos genéticamente modificados (AGM), que se cultivan hoy en día forman
parte de las dietas de los animales de consumo humano) exacerbarían la acción
de los cultivos transgénicos CT.
¿Qué beneficios
traen? ¿Por qué se los usa? MENOS COSTO, MÁS RIESGO
Esta
clase de cultivos es promocionada como un ahorro para los agricultores, ya que
ahora pueden plantar vegetales que matan pestes (porque se les incorporó ADN de
una bacteria a su genoma, permitiéndole producir una proteína insecticida). O
que toleran poderosos venenos (científicos de Monsanto aplicaron un gen en la
soja que resiste al glifosato, llamado comercialmente Round Up, marca de esa misma
corporación). Esto, aparentemente, generaría una baja en sus costos. Pero la
realidad es otra. Los que hacen el verdadero negocio son las corporaciones
multinacionales que, como se dijo, venden las semillas genéticamente adaptadas
a los químicos que también venden. Los productores sólo son parte del negocio,
pero jamás se beneficiarán de él.
¿REPRESENTAN
ALGÚN RIESGO ECOLÓGICO?
Además
de los impactos negativos y el riesgo para la salud, los transgénicos
representan una amenaza para el ambiente, debido a la pérdida irreversible de
diversidad biológica. La CONTAMINACIÓN GENETICA, que producen los transgénicos
por medio de la polinización, puede debilitar a otras plantas y animales
haciéndolos más vulnerables a plagas o enfermedades, eliminando la
biodiversidad.
Estas
serían las consecuencias de abrir la “caja de pandora” transgénica –la fuga de
transgenes es inevitable- generando graves consecuencias como:
Ø
Tendencia a una agricultura homogénea.
Ø
Introgresión, es decir, la hibridación entre especies de diferentes plantas.
Ø
Filtración o erosión genética.
Ø
Resistencia a herbicidas y plaguicidas.
Ø
Aparición de supermalezas o superinsectos.
Ø
Desaparición de especies. Los monocultivos transgénicos tienden a uniformar
genéticamente la agricultura.
Ø
Incompatibilidad con la agricultura orgánica o ecológica (limpia).
Las
compañías productoras de transgénicos consideran que en 10 años, todos los
cultivos del mundo serán transgénicos.
SEGURIDAD
ALIMENTARIA.
Uno de
los argumentos esgrimidos por aquellos que apoyan el cultivo de transgénicos es
el de solucionar el problema del hambre. Pero no es la falta de alimentos la
causa del hambre en el mundo, sino un problema de acceso y control a la
alimentación, es decir, un problema de soberanía alimentaria. Según estudios
recientes de ONG´s, la producción de AGM puede producir mayor escasez de
alimento. La Revolución Transgénica produce dependencia alimentaria, al poner
en manos de 5 empresas multinacionales, la seguridad alimentaria del mundo
entero.
El
derecho de poseer genes es un fenómeno nuevo en la historia mundial y sus
efectos en la agricultura y en la vida en general, todavía es muy incierto.
Esto vulnera, todos los principios éticos de las comunidades, los campesinos, y
del consumidor en general. La soberanía alimentaria es el derecho de cada pueblo
de controlar y decidir autónomamente sobre toda la red alimenticia, desde la
producción hasta el consumo.
¿QUÉ
PODEMOS HACER?
La
introducción de los transgénicos en la agricultura es irreversible en el mundo,
ahora lo importante es controlarla. En muchos países los alimentos
genéticamente diseñados están siendo introducidos sin etiquetar. Los
consumidores podemos y debemos rechazar los transgénicos, por razones de salud,
de la calidad de los alimentos, de los riesgos ambientales y de los riesgos económicos
y políticos que se derivan de su producción, comercio y consumo.
Por eso
debemos:
Ø
Resistir y revertir el patentamiento de la vida en todas sus formas.
Ø Prohibir
las tecnologías terminator.
Ø
Promover los derechos de los agricultores.
Ø
Consumir preferiblemente alimentos orgánicos (limpios de agroquímicos y
organismos modificados genéticamente).
Ø
Exigir una política clara del gobierno en cuanto al control del ingreso de
semillas y productos de origen transgénico.
Ø
Concienciar a las comunidades campesinas, indígenas y agricultores en general
acerca de esta problemática.
Ø
Adelantar campañas pedagógicas de información y concientización en
establecimientos educativos, a través de los medios de comunicación, etc.
EQUIPO # 3
Laura Karina Garza Martínez
Jessica Deyanira Montes Castillo
Nallely Guerrero Guel
María Fernanda Guerra Alvares
Samantha Elizabeth Salais Loredo
Andrea Carolina Sologuren López
Referencias
ASOCIACION CHAMANICA Y ECOLOGICA DE COLOMBIA . (2008). Obtenido de
http://chamanismognostico.webs.com/alimentostransgenicos.htm
Juna, R. D. (julio de
2000). formarse.com.ar. Obtenido de
http://www.formarse.com.ar/ecologia/alimentos%20transgenicos.htm
lineaysalud.com. (s.f.). Obtenido de
http://www.lineaysalud.com/alimentos/366-los-alimentos-transgenicos.html
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